Era tarde, casi de noche. Esa hora donde la energía decae y todo depende de que los sistemas estén bien afinados.
Un avión estaba a punto de despegar desde Luxemburgo con varios consejeros delegados a bordo. Su llegada a Madrid estaba prevista en un horario que, sobre el papel, funcionaba.
Pero nadie había previsto lo esencial:
La conexión con los vuelos nacionales ya no estaría operativa a esa hora.
Y al aterrizar, todos esos ejecutivos habrían perdido sus enlaces hacia otras provincias.
Las piezas estaban puestas, sí, pero mal alineadas.
Y una cadena de decisiones dispersas —que nadie había conectado— terminó colapsando toda la operación.
Paramos el avión. Literalmente.
No fue un fallo técnico.
Fue un fallo de sistema.
De visión.
De diseño.
Lo fácil habría sido mirar hacia otro lado.
Pero no.
Lo analizamos. Lo documentamos. Y aprendimos.
Ese día entendí algo que cambió mi forma de trabajar:
una operación solo es eficiente si piensa como un sistema vivo.
Y un sistema solo fluye si las decisiones están bien coordinadas.
Desde entonces, cada estructura que diseño —ya sea un proceso interno, una estrategia empresarial o una experiencia artística— la observo con esa misma lógica creativa y precisa:
¿Dónde se corta el flujo?
¿Qué parte del sistema está mal sincronizada?
Y lo más importante: quién lo sufre sin saberlo.
Ese avión no despegó.
Pero yo sí.
Y desde entonces, trabajo para que ninguna empresa, proyecto o equipo vuele desconectado de su propósito real.
Porque la creatividad también es estructura.
Y los procesos bien diseñados no frenan.
Liberan.
Y unos días después, el mismo jefe que vivió conmigo ese momento me ofreció comprarme un portátil nuevo.
Mi ordenador funcionaba perfectamente, salvo por un pequeño detalle: una tecla estaba rota.
Una sola tecla.
Le dije que no.
No necesitaba otro ordenador.
No necesitaba más.
Lo que tenía me servía.
Porque lo importante no era la tecla que faltaba,
si no todo lo que sí funcionaba.
Porque cuando comprendes los sistemas, aprendes a ver más allá del error puntual.
A no reaccionar con exceso, sino a responder con criterio.
Y porque, a veces, las decisiones más pequeñas también reflejan tu manera de pensar.
Yo no necesitaba una máquina nueva.
Necesitaba que todo estuviera bien conectado.
Como en aquel avión.
Como en cualquier empresa.
Como en la vida.
creo en la fuerza transformadora de las ideas cuando se construyen con estructura, conciencia y propósito.
mi trabajo se sitúa en la intersección entre creatividad, tecnología, procesos y finanzas, con una mirada sistémica que permite abordar la complejidad sin perder claridad.
soy economista, artista y estratega creativa.
he desarrollado mi trayectoria en entornos donde lo técnico y lo humano conviven: startups, pymes, procesos operativos, equipos creativos y espacios de experimentación artística. en todos ellos, he aprendido a leer sistemas, detectar bloqueos y diseñar caminos sostenibles hacia la transformación.
mi perfil combina análisis financiero, pensamiento visual, gestión de procesos y práctica artística, lo que me permite abordar cada desafío desde una perspectiva integral y poco convencional.
como economista, escritora y pintora, aplico técnicas tradicionales y digitales para explorar nuevas formas de comunicación, creación y estructura.
desde miss innack (www.miss-innack.com), canalizo mi práctica artística hacia una experiencia donde el arte no es solo expresión, sino también lenguaje, sistema y espacio relacional. desde ahí, la creación se convierte en herramienta estratégica, emocional y cultural.
mi enfoque no parte del espectáculo ni de la fórmula.
parte de la escucha, del análisis riguroso y del diseño consciente para la creación de soluciones que cruzan disciplinas y devuelven sentido a lo que parecía disperso.
trabajo con quienes entienden que la creatividad no es un accesorio, sino una forma avanzada de inteligencia estructural.
cuento con una formación sólida que respalda y enriquece mi práctica interdisciplinar:
– Licenciatura en Economía y Administración de Empresas (UAB)
– Postgrado en Contabilidad Financiera (UPF)
– Gestión Estratégica de Procesos (UNIR)
– Resolución de Problemas Complejos (Macquarie University)
– Minería de Procesos (Eindhoven University of Technology)
No me interesa la visibilidad por sí misma.
Me interesa lo que deja huella, lo que activa cambio, lo que se sostiene en el tiempo.
Aquí no se improvisa ni se copia.
Aquí se inventa. Se estructura. Y se transforma.
Aprenderemos jugando y jugaremos aprendiendo.
Porque existen pequeños cambios con grandes consecuencias.
aprenderemos jugando y jugaremos aprendiendo, porque existen pequeños cambios con grandes consecuencias
explora también:
Copyright © 2025 Iona-Teresa Riera
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.